LA MUSICOTERAPIA
Desde tiempos inmemorables
la música ha sido considerada como
un poderoso generador de energía, capaz
de enriquecer la vida, prevenir enfermedades, ayudar a recuperar la salud
perdida, equilibrar las emociones y
desarrollar las capacidades cerebrales y cognitivas; en fin, mejorar la calidad de vida de todas las personas en general.
La misma se ha convertido en una de las alternativas que tiene
el docente de Educación Especial
a la hora de crear e implementar estrategias, en función de
lograr un mayor grado de respuesta en cuanto al aprendizaje se refiere.
El uso terapéutico denominado como Musicoterapia es utilizada como recurso
activo para estimular, llamar la atención,
facilitar la participación, elevar el trabajo
creativo, mediante la motivación,
permitiendo con ella salir del método
tradicional de enseñanza e
innovando con mecanismos que sean agradables y placenteros para los educandos.
La utilización de la música pasa
de ser un complemento de uso cotidiano a utilizarse como estrategia en el
aprendizaje. La tarea de enseñar puede hacerse de una forma distinta a la
tradicional, que sea menos estresante y que no se haga de la enseñanza algo
obligatorio sino más bien un proceso consciente, agradable, motivador, tanto
para quien recibe la enseñanza como para el que la imparte, Al respecto Reyes
(2004) Señala:
Aunque el
Proceso de aprendizaje en los alumnos está condicionado por una serie de
factores de cierta complejidad relacionada con su condición personal,
ambiental, genética, de
recursos, y de método, la dificultad para alcanzar el dominio cognoscitivo
no está en la capacidad para aprender, sino en la forma de cómo se orienta el
aprendizaje, La capacidad para aprender puede desarrollarse, pero la dirección para
que el sujeto aprenda es cuestión de tecnicismo psicopedagógico.(p.90)
Esa forma de orientar el
aprendizaje puede fácilmente acompañarse de estrategias que incluyan la música.
El recurso musical no es ajeno a la educación, en el contexto social
encontramos antecedentes en los cuales se utilizó la música desde la prehistoria con
propósitos ceremoniales y de culto y que hoy en día aún se utilizan, incluso
antes de que el hombre crease
los instrumentos ya hacía música, probablemente cantando, aplaudiendo o
golpeando objetos. Los primeros instrumentos solían ser adaptaciones de
utensilios destinados a otros usos.
Ahora bien, el uso de estrategias
en el proceso de enseñanza y aprendizaje conduce hacia: La promoción de un
aprendizaje efectivo, permiten secuenciar, ordenar y trabajar con exactitud los
contenidos para un mejor aprovechamiento, evitan la improvisación, dan seguridad a
los actores (educando, educador), favorecen la autoconfianza, fomentan el trabajo cooperativo,
dinamizan el proceso de enseñanza-aprendizaje, favorecen la participación y
socialización, evitan la memorización mecánica del
material docente, el alumno deja de ser receptor para ser el actor de sus
propios aprendizajes y es gestor de sus conocimientos.
Resulta esencial para que un
docente pueda hacer uso eficaz de los recursos y las estrategias, considerando
que el educando es un individuo activo y con una actitud positiva
en busca de la comprensión y de la experiencia. Guiado en la curiosidad que
despierta un mundo que en términos reales se expande con esa experiencia dando
respuestas continuas a un flujo de preguntas que surgen de la curiosidad misma
y así construir su propio aprendizaje.
El aprendizaje con música
de fondo parece crear nuevas vías en el cerebro esto
es significativo, pues en estos tiempos se está dando cierta importancia a la
música como terapia, naturalmente esta actúa como liberador de tenciones,
acompañada de métodos de relajación y técnicas de respiración reducen
considerablemente la ansiedad que comúnmente se registra en las aulas de clase. Es por
ello, que el maestro debe tener conciencia que
la música para el niño es parte de su desarrollo integral, el disfrutar,
cantar, bailar, y tocar le permite relajarse sentirse bien y aprender con
alegría. Con este recurso el conocimiento es
asimilado con rapidez y efectividad. La mera repetición incluida en el método
tradicional produce cansancio y genera estrés en
los estudiantes probablemente no conduce hacia un aprendizaje efectivo. El
aprendizaje con frecuencia se lleva a cabo mejor cuando los alumnos tienen
oportunidades para expresar ideas y obtener retroalimentación de
sus compañeros y una forma de lograrlo es incluyendo la música como recurso
útil, motivador y a la vez sugestivo.
La música es de vital importancia
en la educación, especialmente por su marcada influencia en la evolución de
los niños. Se han comprobado casos donde el estudiante progresa al incluir
música en materias con poca aceptación, es decir con la aplicación musical se
aumenta la participación y el dominio en actividades que anteriormente le eran
tediosas específicamente las asignaturas de lengua y matemática.